Los inicios de “Platform Engineering” - Tejiendo la telaraña tecnológica

Los inicios de “Platform Engineering” - Tejiendo la telaraña tecnológica

Hace unos años, los equipos de desarrollo y operaciones, debían lidiar con diferentes tecnologías una y otra vez en pos de llevar un proyecto adelante. En este laberinto tecnológico, surgió un héroe silencioso: "Platform Engineering", que unificó la manera en la que los ingenieros en software entregamos valor a nuestros clientes, y allanó el camino hacia un futuro más innovador, seguro y eficiente.

Hace varios años, en un mundo cada día más interconectado y digital, teníamos la certeza de que la tecnología avanzaba a pasos agigantados. Sin embargo, con el rápido crecimiento de las aplicaciones y servicios, surgió un desafío: cómo mantener la estabilidad, escalabilidad y eficiencia de las plataformas tecnológicas. Y fue en respuesta a ello que nació el concepto de Platform Engineering, una disciplina que se volvió fundamental para construir y mantener los cimientos sobre los que se apoyan las innovaciones tecnológicas.

Si bien esta disciplina llegó para solucionar estos problemas, su desarrollo y consolidación implicó transitar un camino sinuoso. Desde sus inicios al presente, pasó por varias etapas:

Cimientos inestables

En los inicios de la revolución digital, cada equipo de desarrollo creaba su propio entorno, y el equipo de operaciones gestionaba la infraestructura. Si bien esto funcionó por un tiempo, la llegada de la nube, Docker y los microservicios evidenciaron los problemas de esta metodología. Los silos de conocimiento eran marcados y la entrega de valor al cliente se hacía cada vez más lenta.

El surgimiento de Devops y el empuje de las ideas de "Lean startup" ayudaron a cambiar el concepto de silos, por equipos más interconectados, buscando romper el minset antiguo dentro de las organizaciones.

Más allá de la mejora que esta nueva propuesta representaba, a medida que la complejidad de las aplicaciones aumentaba, el tiempo y los recursos necesarios para su mantenimiento se disparaban, junto con esto los costos, lo que amenazaba con hundir el negocio.

En búsqueda de la eficiencia

En medio del caos tecnológico, algunos visionarios comenzaron a pensar una solución para este problema. Reconocieron la necesidad de una arquitectura común, reutilizable y estandarizada que pudiera proporcionar una base sólida para todas las aplicaciones. Allí fue que nació el concepto de Platform Engineering, apuntando a unificar infraestructuras y herramientas para optimizar el desarrollo y el despliegue de software. Junto con el concepto de Platform Engineering surge el equipo de “plataforma”, “tooling” o “foundation”, a cargo de este desafío de características épicas.

La Telaraña Tecnológica

Este nuevo equipo se sumergió en la creación de una plataforma robusta. Inmediatamente notaron que, para lograr una gran escalabilidad, el concepto de "you build it you run it" era obligatorio, pero implicaba un gran trabajo de abstracción de todas las áreas involucradas en la entrega moderna de software (seguridad, observabilidad, devops, monitoreo, cloud, etc). Este problema podría explicarse, parafraseando a Kelsey Hightower. "Si cuando tomas un vuelo no te exigen ser piloto de aviones, ¿por qué exigir que un desarrollador sepa al detalle kubernetes, AWS, docker, etc?". Con esto en mente, diseñaron una telaraña tecnológica que abarcaba desde la gestión de recursos hasta la automatización de procesos. Integraron herramientas de monitoreo para obtener visibilidad y garantizar un rendimiento óptimo, siempre enfocados en la seguridad “end to end” y la calidad como estandarte.
Luego de batallar día y noche con estos problemas, nace un producto de uso interno que soluciona estos inconvenientes: Internal developer platform o IDP, un producto interno que busca un “self service” de servicios para, entre otras cosas, acelerar la entrega de software a los clientes.

Revolución en el ecosistema tecnológico

La magia de “Platform Engineering” comenzó a dar sus frutos. Las ventajas se hicieron evidentes:

  • Estabilidad y Confiabilidad: La plataforma centralizada permitía mantener un control más estricto sobre los componentes, reduciendo errores y aumentando la confiabilidad del sistema.

  • Escalabilidad Eficiente: La arquitectura modular y escalable permitía crecer según la demanda sin sacrificar el rendimiento.

  • Eficiencia y Productividad: La estandarización de procesos y herramientas aceleró el desarrollo y despliegue de aplicaciones, liberando tiempo para la innovación.

  • Reducción de Costos: La reutilización de componentes y la optimización de recursos redujeron los costos operativos y de infraestructura.

El Legado

Con el paso del tiempo, Platform Engineering se convirtió en el pilar de las operaciones tecnológicas modernas. Su legado perdura en la industria, impulsando la transformación digital y permitiendo a las empresas enfrentar los desafíos del futuro con una base sólida.

Así concluye la historia del nacimiento de “Platform Engineering”, espero que brinde un manto de luz a un concepto que muchas veces se mantiene en la oscuridad. Gracias a su enfoque en la eficiencia, escalabilidad y estabilidad, las empresas pueden enfrentar con éxito los retos en la era digital, impulsando la innovación y ofreciendo soluciones cada vez más sorprendentes a sus usuarios en tiempos record.

Si querés aprender más, te recomiendo recurrir a estas fuentes que tomé como referencia: